La vida nos agobia, añoramos cansados un remanso de silencio, de quietud, de autenticidad, de alivio. Nos gustaría recrearnos en Dios, dejarnos caer en sus brazos, para recuperar nuevas fuerzas y continuar viviendo.
Pero no le buscamos donde Él nos espera, donde le tenemos a nuestro alcance: en su Hijo, que es su Palabra.
No comments:
Post a Comment