Las obras con las cuales ayudamos a nuestro prójimo en sus necesidades corporales y espirituales. A través de ellas, Dios nos invita a llevar la salvación, cada día, a nuetro prójimo.
Misericordia proviene del término «miseria». Misericordia significa «meterse» con la miseria del otro. Dios es Misericordioso con sus hijos porque «se mete» con nuestras miserias y nos salva.
Jesús nos invita a ser misericordiosos como nuestro Padre es Misericordioso.
Las obras de misericordia son acciones caritativas mediante las cuales ayudamos a nuestro prójimo en sus necesidades corporales y espirituales. Entre estas obras, la limosna hecha a los pobres es uno de los principales testimonios de la caridad fraterna; es también una práctica de justicia que agrada a Dios:
«El que tenga dos túnicas que las reparta con el que no tiene; el que tenga para comer que haga lo mismo. Dad más bien en limosna lo que tenéis, y así todas las cosas serán puras para vosotros. Si un hermano o una hermana están desnudos y carecen del sustento diario, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos o hartaos, pero no les dais lo necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve? »
Espirituales
• Enseñar al que no sabe.
• Dar buen consejo al que lo necesita.
• Corregir al que yerra.
• Perdonar las injurias.
• Consolar al triste.
• Sufrir con paciencia los defectos del prójimo.
• Rogar a Dios por vivos y difuntos.
Corporales
• Visitar y cuidar a los enfermos.
• Dar de comer al hambriento.
• Dar de beber al sediento.
• Dar posada al peregrino.
• Vestir al desnudo.
• Redimir al cautivo y enterrar a los muertos.
iglesia.org
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