Thursday, October 21, 2010

Madre

MADRE…Necesitamos sentir a Alguien junto a nosotros. Nuestro Dios se presenta siempre como una persona amante y amada, que está “con nosotros” sobre todo en los días desolados. Es como una melodía que recorre la Biblia, las frases de “no te dejaré” “no te abandonaré” “se valiente” “no te asustes porque yo estoy contigo a donde quiera que vayas”. Te tomo de la mano y te digo: no tengas miedo, si atraviesas un rio no te arrastrará la corriente…si pasas por medio de las llamas no te quemarás…no mires para atrás sino al porvenir porque va haber prodigios, brotaran ríos en los cerros pelados y manantiales en los desiertos…

El aliento de Dios se transforma en ternura de Padre; estuve preocupado por ti aún cuando estabas en el seno materno, Jesús acentúa más la preocupación y ternura del Padre Dios, nos dice que nuestra primera obligación no consiste en amar al Padre, sino en dejarnos amar por Él.

A veces el Padre toma la forma de un Pastor, sube las montañas, recorre los valles para encontrar un hijo perdido y querido…y…organiza una gran fiesta para cuando regrese su hijo porque su misericordia es mucho mayor que nuestros pecados y su cariño mucho más grande que nuestra soledad.

Pero no era suficiente con tener un Padre; en la vida hay una madre y un padre, hay una decisiva influencia materna sobre nosotros, antes y después de “salir a luz”. Por eso Jesucristo nos reveló al Padre y nos regaló una Madre.

María es consolación y paz, transforma la aspereza en dulzura, el combate en ternura…Ella…es benigna y suave, sufre con los que sufren, se queda con los que se quedan y parte con los que parten… la Madre es paciencia y seguridad y tiene una fortaleza invencible. No cabe duda que María atrae multitudes y llena Santuarios, pero ¿desde qué lugar nos acercamos a “Ella”? ¿Sólo para pedir “el milagrito” “que las cosas nos vayan bien”? ¿o intentamos relacionarnos con María desde la fe y la humildad, desde nuestra conversión cotidiana, de arrepentirnos de nuestras faltas, de promover un camino interior nuevo a través de los Sacramentos…?

Solo la MADRE sigue dando a luz a Jesucristo en nosotros. María dará a luz a Cristo… en nosotros en la medida en que nosotros seamos sensibles (como Cristo) por todos los necesitados de este mundo, que reconocía las prioridades y podía dejar la comida y el descanso para más tarde para atender al necesitado. La Madre es aquella que debe ayudarnos a encarnar a ese Cristo vivo…

iglesia.org

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